En el preciso instante en que un escalador siente la "intensidad de emociones" de la montaña, se acostumbra a esa sensación y no desea más que volver a experimentarla una y otra vez por el resto de su vida. Ese primer momento mágico puede producirse ya sea a los 7 años o a los 77. Es una pasión que no tiene edad y que se mantiene inmutable.
Ugur Yilmaz, de Turquía, es uno de estos apasionados de la montaña y cuenta que su padre lo llevó a acampar a los seis meses, que escaló su primera montaña a los cuatro años y que alcanzó una cima a los siete. Hijo de padres muy aficionados a la montaña, tuvo la suerte de sentir el aire de las cumbres desde la infancia. En sus años universitarios, se gestó en él una gran pasión por las actividades al aire libre, muy distinta a la de sus padres, que centraban sus metas en montañas y riscos asequibles. Llegar a pie hasta lo alto de una montaña estaba bien, pero a él le atraía más llegar a la cima escalando. En 2014 esta pasión lo llevó hasta Aladaglar, una sierra escarpada considerada como "la región turca más difícil para la escalada en roca."
Se había preparado para ese ascenso durante casi cinco años como escalador profesional. A esas alturas, ya sabía que tal vez debería abrir una nueva vía en la roca hasta la cima sirviéndose de equipo adicional, lo cual, de hecho, es el sueño de un escalador de verdad.
Para ser el primero en escalar una vía en la falda de una montaña, hay que utilizar con anclajes hasta lo alto observando algunas precauciones de seguridad y consideraciones éticas propias de la escalada, como la distancia entre los anclajes, la cantidad y el tipo de los mismos, etc. La utilización de anclajes es fundamental para una escalada segura y es también un honor para el escalador. Equipar una vía por primera vez en un risco escarpado exige mucho esfuerzo y una técnica excelente. Y, por supuesto, requiere disponer de un equipo robusto, ligero e inalámbrico. Las herramientas eléctricas profesionales de Bosch brindan la ayuda necesaria a los escaladores en esta misión tan difícil y especial.
Ugur Yilmaz, con más de cinco años de experiencia como alpinista profesional, ya había intentado antes equipar una vía nueva en la falda de un risco "más asequible". Pero por aquel entonces no tenía suficiente práctica ni el equipo adecuado para efectuar esa tarea y, por consejo de los guías de su equipo de escalada, tuvo que ceder a otros miembros más expertos el equipamiento con anclajes de esa vía. Sabía que no se habría visto forzado a abandonar tan fácilmente su sueño si hubiera llevado consigo las herramientas apropiadas. Era consciente de que, independientemente de la determinación que uno tenga, "en la montaña hay que respetar algunas normas para que todo salga bien y no haya peligros."
Consciente de esta importante regla de la montaña y con la experiencia de su anterior fracaso, en esta ocasión se llevó consigo a la cima del Aladaglar un GBH 18 V-EC profesional de Bosch.
Como no quería sufrir otro fracaso, antes de comenzar su más grande aventura estudió cuidadosamente las herramientas que llevaría consigo. Para la parte más difícil de la escalada, la colocación de los anclajes, escogió el producto GBH 18 V-EC de Bosch. ¿Por qué?
Gracias a su eficaz motor EC, el GBH 18 V-EC tiene una autonomía mayor con solo una carga de batería. Puede realizar más de 100 perforaciones de 6 x 40 mm en bloques de concreto, sólo pesa 2,6 kilogramos y tiene un diseño compacto. Es, por lo tanto, un producto que se puede llevar fácilmente en trayectos verticales.
Además, el motor EC inalámbrico de Bosch es compacto, está protegido contra el polvo, pesa muy poco y no requiere mantenimiento. Su innovadora batería CoolPack tiene una excelente disipación térmica, lo cual alarga su vida útil hasta un 100% en comparación con baterías de iones de litio sin tecnología CoolPack. Además, la protección electrónica de celdas (ECP) protege la batería de sobrecarga, calentamiento y descarga completa. Asimismo, el sistema de seguridad del motor electrónico bloquea el motor en situaciones de sobrecarga. Es un producto extremadamente resistente. ¡Puede dejarlo caer desde alturas de 2 metros y aún funcionará! Y, para terminar, no tiene pérdidas de carga del acumulador. La batería siempre se cargará, independientemente del nivel de carga, sin que ello perjudique las celdas.
Un fracaso es siempre una buena lección, y Ugur Yilmaz demostró haberla aprendido muy bien al escalar a lo alto del Aladaglar por la vía que él mismo había equipado.
Para conseguirlo, tuvo que esforzarse mucho, comprometerse, superar el dolor y el cansancio, y esperar pacientemente. Y obtuvo su recompensa: la belleza de los paisajes montañosos y el viento de las alturas que vivifica y anima a explorar y alcanzar otras cumbres. El martillo Bosch lo acompañó en todo este viaje, ayudándole a mantener su confianza.
Si usted también quiere sentir lo que siente un alpinista, recuerde que nunca es tarde. Y no siga buscando equipo adicional; Bosch está aquí para ayudarle con todo lo que necesite. Haga clic para obtener más información Haga clic para obtener más información